En Chile, las Fiestas Patrias son una época llena de tradiciones que incluyen juegos típicos como la rayuela, el trompo, y, por supuesto, encumbrar volantines. Esta última actividad, en particular, se destaca por llenar los cielos de colores, aprovechando los vientos primaverales. Sin embargo, una práctica peligrosa y prohibida aún persiste: el uso de hilo curado.
El hilo curado, conocido por estar recubierto con materiales abrasivos como vidrio o cristal pulverizado, representa un grave riesgo para la seguridad de las personas. Este tipo de hilo puede causar cortes severos e incluso mortales si se enreda en el cuerpo o si se utiliza de manera irresponsable. A pesar de las advertencias, algunos siguen utilizando este material en sus volantines, poniendo en peligro tanto a transeúntes como a otros participantes.
La legislación chilena es clara y estricta respecto al uso de hilo curado. Las personas que sean sorprendidas utilizando o facilitando el uso de este tipo de hilo se enfrentan a multas que oscilan entre las 2 y 50 Unidades Tributarias Mensuales (UTM). Esto equivale a sanciones que van desde aproximadamente $132.724 hasta $3.318.100, dependiendo del valor de la UTM en septiembre de 2024.
Además, para aquellos que fabrican, almacenan o comercializan hilo curado, las consecuencias legales son aún más severas. Las sanciones pueden incluir penas de presidio menor en su grado mínimo y multas que van desde 100 hasta 500 UTM, lo que se traduce en montos que pueden llegar hasta los $33.181.000.
La Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito y el Ministerio de Obras Públicas han intensificado las campañas de concientización para alertar sobre los peligros del hilo curado. En 2024, se han identificado 38 puntos de riesgo para la práctica de encumbrar volantines, donde se enfatiza la prohibición de este material peligroso.