Los bomberos desempeñan un papel crucial en la sociedad, enfrentándose a situaciones de emergencia y poniendo en riesgo sus vidas para proteger a los ciudadanos y sus propiedades. A pesar de la importancia de su labor, en Chile los bomberos no reciben un salario por su trabajo.
Esta situación se debe a una larga tradición que considera la labor bomberil como voluntaria y sin fines de lucro, una muestra del compromiso y altruismo de quienes integran esta institución. A pesar de no percibir un sueldo, los bomberos chilenos llevan a cabo diversas estrategias para recaudar fondos que les permitan financiar su trabajo y mantener operativos sus equipos y cuarteles.
Estas estrategias incluyen donaciones, colectas públicas y convenios con instituciones públicas y privadas. De esta manera, los bomberos logran cubrir aproximadamente el 45% de sus gastos anuales, asegurando así la continuidad de su labor.
Además de las donaciones y colectas, los bomberos también reciben apoyo financiero del Estado chileno a través de la Ley de Presupuesto anual. Esta ley asigna fondos que cubren cerca del 50% de los gastos operacionales de las 312 compañías de bomberos distribuidas en todo el territorio nacional.
Esta contribución estatal es fundamental para garantizar la infraestructura, equipamiento y capacitación necesarios para el adecuado funcionamiento de los bomberos en Chile. En virtud de la ley, los cuarteles, vehículos, equipos y herramientas de los bomberos no pueden ser embargados.