Una investigación de la Universidad de Chile y la Universidad de Edimburgo, publicada en la revista Journal of Mammalian Evolution, resolvió el misterio de unos fósiles encontrados el 2005 en Bahía Inglesa, Región de Atacama, y que se mantuvieron sin identificar por cerca de 18 años. La nueva especie, nombrada «Micrauchenia saladensis», sería el representante más pequeño de los macrauquénidos a la fecha, un extinto grupo de extraños mamíferos sudamericanos parecidos a los guanacos -aunque no emparentados con ellos-, que se especula podrían haber tenido una trompa en el hocico.