El Presidente Gabriel Boric viajará este jueves a República Dominicana para participar en la XXVIII Cumbre Iberoamericana de jefas y jefes de Estado y de Gobierno.
Durante el viaje, que se extenderá hasta el domingo, el Mandatario también será parte de la Cumbre Iberoamericana de Jóvenes y asistirá al Foro de Gobiernos Progresistas, con el objetivo de «reafirmar la intención de fortalecer los lazos y la cooperación con diversos países de Iberoamérica», señala un comunicado de Presidencia.
Boric se reunirá, entre otros, con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Este será el segundo encuentro que se produce luego de una primera reunión que mantuvieron en septiembre en el Instituto Cervantes de Nueva York, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Además, Boric también tiene previsto reunirse con los presidentes de República Dominicana, Luis Abinader Corona, y Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Creada en julio de 1991 en México, la Cumbre Iberoamericana se plantea como la máxima instancia de la Conferencia Iberoamericana, un mecanismo de concertación política y cooperación de los países que conforman la comunidad.
DIÁLOGOS CON BOLIVIA Y VENEZUELA
Boric, que viajará acompañado del nuevo canciller, Alberto van Klaveren, quiere aprovechar el encuentro en Santo Domingo para abordar con Bolivia y Venezuela la crisis migratoria y la devolución de migrantes irregulares.
La semana pasada el Presidente criticó con dureza que ni La Paz ni Caracas reciben a los extranjeros deportados desde Chile, que enfrenta una crisis migratoria desde años y que se desbordó en 2021.
Bolivia, con quien Chile no mantiene relaciones diplomáticas desde 1978, solo recibe a los expulsados bolivianos y no admite el regreso de ciudadanos de otras nacionalidades que usaron su territorio para llegar a suelo chileno.
Por otra parte, cifras del Ministerio de Interior indican que hay más de 20.000 expulsiones administrativas de venezolanos que Chile no ha podido ejecutar porque Venezuela no recibe vuelos contratados para devolverlos.
La Cumbre Iberoamericana, señaló el canciller tras las críticas de Boric, «es una ocasión para tener contactos con las autoridades de ambos países, para poder expresar la preocupación que tenemos por esta situación y para poder avanzar en estructurar una instancia de contacto y diálogo que lleve a la adopción de medidas más específicas y concretas».