- Este es un artículo de la revista China Hoy, que puedes leer completo en este enlace gracias al acuerdo con Efecto China.
El pasado 9 de diciembre, llegó a China el primer Cherry Express de la temporada 2024-2025, con más de 250 contenedores de cerezas. El buque, que zarpó desde el puerto de Valparaíso, Chile, fue recibido entre aplausos y gritos de júbilo por los consumidores chinos, para quienes las cerezas chilenas se encuentran entre las frutas más apetecidas y un obsequio infaltable durante la Fiesta de la Primavera.
Las cerezas, junto con otros productos destacados como el vino o el aguacate, se han convertido en sinónimo de calidad y en una de las caras más visibles de Chile en China, presentes en supermercados, tiendas, restaurantes y otros establecimientos similares. Pero todo ello no sería posible si no fuese por el esfuerzo de aquellos que, tras bambalinas, han llevado a cabo un trabajo continuo y de gran profesionalismo para abrir nuevos mercados e impulsar acuerdos en pos de la oferta exportable chilena.
Abrir nuevos mercados
Desde su oficina en un moderno rascacielos, Alberto Cañas, actual director comercial de ProChile en Shanghai, está continuamente divisando diversas estrategias y planes de acción desde que asumió el cargo en octubre de 2023. Sin embargo, el vínculo que mantiene con China es muchísimo anterior, al haber pisado el país por primera vez hace casi 25 años. “En el año 2000, yo estaba destinado en Moscú, Rusia, y ProChile resolvió abrir la primera oficina comercial en China y se escogió Shanghai por la pujanza económica de esta ciudad”, relata. De este modo, y gracias a su experiencia profesional en la apertura de oficinas comerciales, Alberto Cañas fue enviado a la icónica “Perla del Oriente”.
Los conocimientos que Cañas poseía acerca de China hasta ese momento eran solo generales y procedían principalmente de lo que había leído en reportes económicos o de los comentarios que le llegaban de personas que habían estado de visita. Pese a ello, el chileno rápidamente se dio cuenta de todo el potencial que había por delante. “Desde mi llegada a Shanghai, noté que existían grandes oportunidades comerciales para la oferta exportable chilena, como proveedor de bienes alimentarios provenientes del sector silvoagropecuario”, señala. De esta forma, se puso manos a la obra. Orientó el trabajo de la oficina comercial a la promoción de vinos y frutas frescas, transmitió la información pertinente a la casa matriz en Santiago y propuso actividades de promoción como misiones comerciales y la participación en ferias especializadas, con el propósito de dar a conocer la potencialidad del mercado.
Un socio estratégico
China se ha convertido en el primer socio comercial de Chile y, con el paso de los años, el vínculo se ha ido intensificando cada vez más. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, el país suramericano mantiene una relación bilateral con China caracterizada por un intercambio de alto nivel político y una extensa integración económico-comercial, además de una progresiva ampliación de los vínculos de cooperación. “Todos estos elementos tienen su base en el respeto a la soberanía, la no intervención y el beneficio mutuo”, se lee en el sitio web oficial.
En ese sentido, Alberto Cañas es claro en señalar que los logros alcanzados son el resultado de una larga amistad entre ambos países. “Nuestras autoridades han privilegiado el fortalecimiento de los vínculos económico-comerciales y el mundo empresarial de ambos países ha hecho un trabajo muy profesional para obtener estos logros”, destaca.
Poco tiempo después de su primera misión en Shanghai, la cual finalizó en 2004, el chileno cuenta que los Gobiernos de ambos países resolvieron iniciar las negociaciones para un tratado de libre comercio (TLC), el cual entró en vigor en octubre de 2006. Paralelamente, comenzaron las negociaciones de diversos acuerdos fitosanitarios y zoosanitarios que fueron abriendo espacios normativos y regulatorios a los productos provenientes de Chile.
Cañas, quien es ingeniero mecánico e ingeniero industrial de formación, comenzó a trabajar en ProChile desde que finalizó sus estudios universitarios. A lo largo de su extensa carrera, ha desempeñado una serie de cargos, incluido el de agregado comercial en Costa Rica y Rusia, además de China. Por otra parte, posee un MBA con una especialización en Marketing Internacional, ha dictado cursos en varias universidades en Chile y ha prestado asesorías en temas de carácter comercial e internacional. Sus amplias credenciales académicas y profesionales le han granjeado la confianza de autoridades y del mundo empresarial, por lo que no es de sorprender que en octubre de 2023, fuese enviado en su tercera misión a Shanghai.
Desde 2010, China se ha erigido como el principal socio comercial de Chile y el mayor destino de las exportaciones chilenas, con aproximadamente el 38 % de la cuota total a nivel internacional. Asimismo, una de cada cinco empresas chilenas exporta a China, mientras que a mayo de 2024, las exportaciones del sector de alimentos de Chile a China ya habían alcanzado los 2567 millones de dólares. Con tal volumen de transacciones, Alberto Cañas tiene una abultada agenda y temas con los cuales debe lidiar a diario.
“El trabajo consiste en proponer, planificar y desarrollar, conjuntamente con las empresas chilenas interesadas en el mercado de China y también con las empresas chinas que importan productos desde Chile, actividades orientadas a incrementar y diversificar las exportaciones de Chile”, explica. “Esto se hace a través de eventos como misiones comerciales, seminarios, participación en ferias internacionales, transmisiones en vivo con influencers reconocidos, y acciones para el acceso de los productos chilenos a las plataformas de comercio electrónico, ya sean estas enfocadas a los canales B2B o B2C”, detalla.
Uno de los eventos más emblemáticos es, sin duda, la Chile Week, que en su última edición se llevó a cabo la semana del 1 al 7 de diciembre de 2024 en Beijing, Hangzhou, Chengdu y Guangzhou. Desde sus inicios hace ya nueve años, el evento ha ayudado a posicionar la imagen de Chile en el mercado chino y ha sido una plataforma invaluable para los exportadores chilenos. “La realización de la Chile Week ha sido de gran importancia para el desarrollo de los vínculos económicos y comerciales, ya que en cada versión, además de las empresas, se incorporan a la delegación chilena autoridades de alto nivel, lo cual es una muestra para las autoridades chinas del respaldo e importancia que Chile da a su relación con China“, destaca.
El chileno, quien ha pasado más de 10 años en Shanghai a lo largo de tres periodos -de 2000 a 2004, de 2009 a 2011, y de 2023 hasta la actualidad-, ha visto en primera persona las grandes transformaciones que se han sucedido unas tras otras. Esto, dice, es justamente una de las cosas que más le gustan. “Lo que más me atrae de esta ciudad es que está en un constante cambio y modernización”, manifiesta. Ello, sin duda, también da cuenta de las transformaciones de China en términos generales, impulsadas en gran parte por el desarrollo económico de las últimas décadas. En este proceso, la visión a largo plazo y el pragmatismo de las autoridades, sumados al rol de los privados y de la sociedad civil son clave para entender los avances. “Llama la atención el alto grado de competitividad existente en la sociedad, además del realismo para enfrentar situaciones y tomar decisiones a partir de ello”, enfatiza el chileno en esa misma línea.
De momento, Alberto Cañas aún no tiene certeza respecto a lo que se viene a futuro en el corto o mediano plazo. “En este trabajo nunca se está seguro del tiempo que permaneceremos en un lugar”, admite. Si bien extraña la cercanía a la cordillera y al mar en Santiago de Chile, dice que se siente muy cómodo viviendo en Shanghai.
Los logros en materia comercial y económica desde el establecimiento oficial de relaciones diplomáticas entre Chile y China en 1970 han sido exponenciales. Así y todo, Alberto Cañas estima que todavía queda un espacio casi infinito de oportunidades. “Estas van desde intensificar y diversificar el intercambio comercial, tanto en productos como en las áreas de servicios, así como en el establecimiento de asociaciones estratégicas entre empresas de ambos países y las inversiones de empresas chinas en Chile”, puntualiza.
China y Chile están separados por un vasto océano y miles de kilómetros, pero la relación que ambos países han logrado construir con el paso de los años se ha ido consolidando día tras día. Además, al ser el segundo país más poblado del mundo, con sus más de 1400 millones de habitantes, y una clase media en continua expansión con un creciente poder adquisitivo, el futuro parece sin duda promisorio.
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